El estudio de las relaciones entre los medios y la expresión política es complejo. Con frecuencia influidos por
tradiciones de investigación teñidas de apriorismos ideológicos, los trabajos dedicados a esta problemática
parecen, o bien limitarse a estudios de casos con resultados contradictorios, o bien presentarse como la
ilustración de un punto de vista militante sobre la sociedad. Por un lado, los funcionalistas norteamericanos hacen
especial hincapié‚ en las manifestaciones empíricas y así corren el riesgo de abandonar todo sistema
interpretativo; por otro lado, la teoría crítica europea propicia una lectura de la sociedad excesivamente
simplificada.
Los análisis expuestos en este ensayo aspiran a ser de otro orden. Se apoyan en la observación continuada y en
los muchos años del funcionamiento de la información en la televisión y tienen en cuenta los cambios aportados a
las modalidades de la manifestación política. Si bien esos análisis presentan las regularidades y las reiteraciones
que nos remiten a las lógicas convergentes de las dos instituciones, así y todo continúan estando atentos a las
evoluciones estructurales del paisaje audiovisual y a las presiones de la opinión pública tendientes a reformar la
vida política.
La cuestión de la regulación del régimen democrático, dividido en adelante entre el ejercicio clásico de la
representación y el establecimiento de nuevas formas de transacción debidas a los medios, constituye la clave
fundamental de este trabajo. Las interrogaciones sobre el lugar que ocupa la imagen, sobre los efectos de la
evolución tecnológica o sobre la aplicación de la lógica del marketing a una esfera diferente de la esfera mercantil
están formuladas en una perspectiva que permite también abrir problemáticas que son abordadas con menor
frecuencia. La observación sistemática de los dispositivos de información televisivos y de los modelos de
interacción así propuestos a los actores sociales tiene efectos desconcertantes y perturbadores. Esa observación
legitima el cuestionamiento sobre el nivel de encuentro entre la visibilidad mediática y la legibilidad social o sobre
la adecuación entre los discursos y la realidad.